
Cuando el verano languidece en las orillas de la noche, hay un instante mágico en el que suena el silencio. No es un vacío. Es disfrutar del rumor de la vida cuando palpita como una cálida y serena piel que se abre al infinito, la hora blanca y vegetal después del ardor de cada día, ese momento esencial que hace del silencio la conversación de los amantes queriendo compartir el sol de sus aguas.
8 comentarios:
Como siempre la mezcla de colores preciosa y tus palabras me llenan de imagenes vívidas de ese silencio.
Besiños cálidos:))
Me encanta, cada día me sorprendes con tus cuadros. Y eso que ha sido con restos de pintura, si llegas a estrenar tubos nuevos se te sale el cuadro del blog.
Wawwwwwww, qué bonito. ¡Me encanta! Yo quiero pintar como tú con restos, cuando sea mayor! De verdad que me gusta muchísimo y también lo que escribiste del silencio.
Te mando un abrazo. Feliz semana.
Conchi
Me hiciste vivir ese silencio de atardecer tan relajante como el estímulo de cuadro, besos querida Xana
Silencio para observar relajadamente y vivir plenamente el misterio de la naturaleza que nos rodea, dibujando en nuestra mente esos maravillosos pincelazos que nos ofrece el paisaje de nuestro entorno.
Abrazos.
A mi adorada Poeta, artista, madre, amante, siempre, siempre y para siempre, amén.
Carmela
hola...que hermoso cuadros,me siento feliz de poder obserbar esos colores.
te mando un gran salaudo desde La Plata.Bs As
Lindo!
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