domingo, 14 de septiembre de 2008

Silencio


Cuando el verano languidece en las orillas de la noche, hay un instante mágico en el que suena el silencio. No es un vacío. Es disfrutar del rumor de la vida cuando palpita como una cálida y serena piel que se abre al infinito, la hora blanca y vegetal después del ardor de cada día, ese momento esencial que hace del silencio la conversación de los amantes queriendo compartir el sol de sus aguas.