miércoles, 7 de abril de 2010

Ella, la estación de los trinos

Di que sí, que aunque venga del frío invierno, nos saluda tan naturalmente artificial, que su violáceo parecer nos habla sin alardes, libre de goces y libre de culpa.

Siempre habrá piedras en el camino y lluvia en los zapatos, pero cuando sus meandros empiezan a pastorear el oscilante horizonte, en su balanceo, nos dejará horas que frenar como si de un instante eterno se tratara para suspirar sus tiernos aromas.

Y en los días que amanece con la suerte dormida a ambos lados de la cama, olisqueando todavía los resquicios que deja la última tempestad, nos enciende una vela como si de un lifting de corazón estuviera gestionando entre fulgores soleados.

Para los imprevistos que fastidian, nos acicala con los árboles que lucen sus senos más tiernos, intercambiándose los pájaros y sus trinos con la convicción, de que ese claroscuro que se enciende en la singladura de su todavía umbrosa mirada, nos asombrará con las flores de su secreto, el misterio de todo tal vez.

viernes, 22 de enero de 2010

Reverberando sin tiempo

A lo lejos me recorre la lánguida tarde mojada, los cristales se ciegan allanando un alicaído hilo de luz que se pierde entre campos de dudas.

Lentamente, se arraciman nubes en un cielo preñado sobre la alta cima que entre taciturnos colores que invernan, va merodeando a un soñoliento ocaso.

Antes de hora, cuando se me distrae la tarde, late con diafanidad tu pisada que siempre me adelanta en el tierno placer de una dicha en los labios, acariciando en la hora imprecisa, un preludio de melodías a la sazón del espacio, se nos pasa de largo la brevedad, la lluvia, lo indeterminado,,,

domingo, 29 de noviembre de 2009

Mediterráneo


Con ojos inciertos te observo en la curva de tu azul plomizo, destejiendo la corriente del viento al compás de tu pulso, cuando la bruma acuosa me resbala y ciñe.
Dejarte, te dejarán sin las velas desmadejadas en la pecera de tu cristal mientras los árboles de tu pasado tan acordes en color a tu sombra, aguardan las blancuras que logran entenderse cuando los sembrares, lejos de tu marina, empiezan a desfallecer.

Mediterráneo tibio y furtivo, Mediterráneo premioso como un presagio de imprecisiones, vacilante de tantos brillos temporales archivando entre adoquines una parte de tu infinito que remodelando tu vergel, desfallece abrumado por la bóveda de estrellas que abarca por entero el centro de tu alma.
Te perderán decolorando tu imagen que se desliza prendida de ensenadas que adornan la punta amarilla de tus pies, queriendo alcanzar el espacio oscilante que tantas veces te volé.

Desafiantes ante los azufres que enturbian tus ondas, te desnudan de los oropeles que lucen tus frágiles alas de alondra que se quiebran con destemplanza cuando el sueño, ya desorientado, empieza a proponer.
Aún así, están abrazados a ti como mapa en la piel, tantos ojos solares que no sabiendo de presagios, se inventan tu mirada en cada grieta, en catálogos de humo, en la linea de tu curva y en cada sorbo de tu espuma, aguardando que otro día más les ofrezcas la última sombra que se apaga con la fuerza impasible del que quiere ser, a la intemperie de la caracola que te he dejado en un camino de lamento.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Jardín Gabi

Entre todas las incertidumbre floreció tu esencia en un viva la lucha y no el lamento. Cruzaste la noche con cierta prisa lenta al prolongar la extinta muerte de la palabra regresa que más que dormida, supo de sobra que nadie se encuentra tan cerca ni un tan lejos, para arrinconar el agua más clara que mantuvo encendido aquel rostro mientras lo acogían tus manos.

Manos de flores de luz plural, de matas tiernas en constante floración, acechando las hojas que al son del viento merodean desganadas.Como la tarde de éste ya lejano estío, entre olor a tomillo y verdores incipientes que se fecundan en el jardín donde todo sucede a su ritmo, he visto el brillo del limonero enamorado de un huido sauce cuando me besó tu memoria.

miércoles, 1 de julio de 2009

Ecos de verano


Estás ahí aunque no te vea, me basta saber que existes, no solo porque tus ojos vuelan y dan luz a las cosas como esas pupilas del sol que se cuela por mi ventana, sino porque los seres se derraman como aire o agua, como el frío que nos aviva o el calor que nos desploma, y aunque lleguen a borrarse al contacto con el tiempo, siempre seguirán vivos en algún corazón, o en algún lugar dónde las ilusiones se almacenan en la antesala de los campos para prolongar su eco.

lunes, 15 de junio de 2009

Instantes

Por mucho que doblegue a la memoria, que atropelle las neuronas desnudando los recuerdos. Por mucho que declinen los presagios y me rehusen los azares relegando las pasiones que desmelenan corazones.

Por mucho que cante a tu recuerdo...

Me quedo con este instante y este ahora, entre las peregrinas ramas de este afán en calma que se esparce atraído por los tímidos albores de rayos de una luz postrera para que germine en la alacena solazada donde guardo el amor que me provocas para la felicidad inminente.

domingo, 31 de mayo de 2009

Gotas de lluvia

Llueve,
llueve y sin embargo es domingo,
llueve doblegando el tiempo,
lluvia de tierra hacia arriba,
de lágrima cálida, de vacilante cielo.
Llueve en la cima del cántico
buscando el fondo que no quiebra,
llueve en el grano de arena
que el mar cubrió tropezando ocasos.
Llueve con júbilo en cristales descoloridos,
y el mar allí nos luce, sin prisa,
hollando nubes sin apenas memoria.